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Nuestro trabajo nos ha llevado durante décadas a recorrer cientos de cementerios por toda la topografía universal, da igual la Provincia, el País, incluso el Continente, todos tienen varios puntos en común, pero voy a centrarme en uno solo que siempre me ha hecho replantearme muchas cosas:
LOS OLVIDADOS.
Millones de fallecidos, hombres, mujeres, niños, incluso nonatos abundan en todos los cementerios del mundo olvidados por todos, como un resquicio del pasado que ha de estar, ignorado por todos, quien sabe, quizás sus familiares y amigos también fallecieron, quizás no tenían, quizás ya estaban olvidados en vida: vagabundos, marginados, bohemios, ermitaños, gente a la que la sociedad damos de lado, pasamos a su vera y miramos a otro lado, como si no existieran, como si su presencia nos molestase, incomodara..., y seguimos así al pasear por sus tumbas, sobre sus restos.
Mi padre siempre nos dijo que a el nunca le enterrásemos, que no quería descomponerse olvidado en un cementerio cualquiera y solo ser visitado una vez al año por los familiares que quieren quedar bien ante los demás el día de todos los santos, quiso ser incinerado y le daba igual que pasara con sus cenizas después, el ya no estaría ahí para saberlo. Luchando contra sus padres, que como buenos católicos debían enterrarlo incluso yendo contra su ultima voluntad, cumplimos sus deseos, y esparcimos sus cenizas en un lugar tranquilo, de sutil belleza entremezclada de naturaleza y civilización, por donde su viuda, familiares y amigos pasan a menudo, así no hay que ir a visitarle, haciendo todo el mundo su día a día el siempre esta ahí, su presencia, su tranquilizadora sensación de protección y compañía.
Y al igual que honramos la memoria de mi padre, siento la necesidad, casi la obligación, de hacerlo con todas estas personas anteriormente mentadas, pues en mis viajes, en nuestras investigaciones, hemos encontrado cientos de tumbas desdeñadas, abandonadas, saqueadas, profanadas, ..., pero pocos merecieron la atención de nuestras cámaras, de nuestras miradas, de nuestro tiempo, por lo que en este homenaje voy a recordarlos poniendo una fotografía de su descanso junto a una vela que siempre brillara en su memoria, para que cuando leas este tema pienses en ellos, en todo esto, y te pido que cuando veas algo así, dediques un segundo de tu vida ante esa tumba para, mentalmente, decirle que no ha sido olvidado. Me da igual si crees o no, si eres católico o no, si existe el alma o no, solo estoy solicitando un poco de respeto ante el olvido, nada mas.
Si conoces olvidados en cualquier cementerio, les sacas una foto y nos la envías a nuestra pagina de Facebook: https://www.facebook.com/invespar (puedes hacerlo por mensaje privado si prefieres), la subiremos a este tema en la Provincia que nos indiques.
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